miércoles, 26 de enero de 2011

El precio oculto



Este es mi relato domestico de la semana. Y es que no lo puedo contener.


Resulta q al lado de mi casa empezaron a construir una casa, o al menos eso intentan...


Mas alla de las desventuras de amanecer todos los dias con un despertador dificil de apagar; lo digno de ser retratado como anecdótico es que para que la susodicha casa pueda existir sus dueños han decidido derribar un bosque de diez eucaliptos.


Junto a la indignación de despertarme hace una semana con una insistente motosierra, siento una gran pena por esos arboles que tanto tardaron en crecer y que por capricho o por diseño, en unas pocas horas dejaron de existir.


No es que me haya afiliado al partido ecologista, ni que vaya a hacer protestas callejeras a favor de los eucaliptos . Es que el contacto directo con la fuerza del hombre contra la naturaleza en un punto me hizo ruido (o quizas fue el ruido de la motosierra!)


Disfruto mucho de las bondades de la modernidad,y entiendo que mis vecinos tendran sus razones para tirar abajo sus arboles .... Pero esto me hizo pensar sobre los precios ocultos que a veces tiene la modernidad, el diseño, la producción. Todo eso que se olvida cuando atónitos de admiración vemos el trabajo terminado...



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